La
creación del Estado judío supuso la ocupación militar de los territorios
palestinos, y con ello, la última y más sangrienta de las colonizaciones del
Siglo XX. El monstruo sionista había sido liberado de su jaula de oro, y los
palestinos fueron expulsados de sus hogares, sus tierras fueron expropiadas,
sus hijos asesinados.
De
esta forma nació el movimiento de resistencia palestino que ha dado voz a los
oprimidos, a esa población silenciada por la muerte y el terror. Ellos alzan
sus voces en protesta por la inexistencia de condena internacional contra la
violación de los Derechos Humanos. Aunque el movimiento de Resistencia
Palestina, dio sus primeros pasos con el establecimiento del Mandato Británico, donde ya encontramos las
primeras protestas y lucha por la liberación, la autodeterminación y la
independencia.
Son
muchos, en su gran mayoría hijos de la diáspora, los que a través de
manifestaciones artísticas llevan a la escena internacional su protesta, su lucha
y su sentimiento nacional. Podemos hablar de Emel Mathlouthi o Shadia Mansour, ambas ponen
música a ese sentir palestino de un pueblo sin tierra. Shadia Mansour, con un
tono combativo expresa que, pueden arrebatarles su tierra pero no sus señas de
identidad. Muhammad Khatib o Sami Musa, han realizado recientemente una
exposición en Ramalah en la que han utilizado materiales militares israelíes
para la creación artística, y expresar el sufrimiento de un pueblo, Y el valor
de una resistencia que conlleva esperanza. Otro ejemplo sería el arte urbano que encontramos en el muro del apartheid, en Cisjordania, son pinturas que
abren una ventana hacia la luz y la libertad.
Numerosas
mujeres palestinas han cultivado el género poético, de gran tradición en la
cultura árabe, para mostrar ese dolor por la patria perdida, por el exilio, por
el abandono de sus hogares, por las familias divididas. Fadwà Tuqan,
fue una de sus principales representantes, Hanan al-‘Ashrawi, poetisa, activista de la Liberación de Palestina, Suheir Hammad, Náhida Izzat, Farrah Sarafa,
entre otras muchas. Estas mujeres, dan voz a los desposeídos, a los
silenciados, imagen a los difuminados, representación a los olvidados, bajo una
poesía intimista, apasionada, dan vida y otros la arrebatan, se lamentan por la
situación de su país, muestran un sentimiento desgarrador que determina la
existencia del palestino, exiliado, refugiado o prisionero en su hogar,
invisible en el mundo, con la certeza inherente a su condición de palestino de que
no existe justicia para ellos. A pesar de que existe un movimiento social que
defiende y protesta por Palestina, los que tienen el poder hacen oídos sordos
mientras ellos mueren dentro de unas fronteras creadas y marcadas por un muro
de hormigón.
Rafeed
Ziadah, es hija de refugiados palestinos que ha hecho de la Cuestión Palestina
su vida, poetisa y activista política, miembro fundador de la Coalición contra
el apartheid israelí, promueve la campaña Boicot,
Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS), es miembro del Comité
e Iniciativa Palestina de Boicot Académico y Cultural (PACBI). Poemas como “Las Tonalidades de la Ira” o
“Nosotros enseñamos vida, Señor”, en los que denuncia las masacres que sufren
los palestinos en sus tierras, el derecho al retorno, la brutalidad de los
ejércitos israelíes, las calumnias propagadas por Israel y sus aliados sobre
los palestinos, catalogándolos de terroristas, suicidas. Rafeef se pregunta,
¿Por qué tanto odio? Nosotros, enseñamos vida, Señor…
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