sábado, 9 de enero de 2016

El Profeta “visto” en el cine iraní.



En agosto de 2012 se estrenó en Irán la película Mohammad Rasul Allah (tráiler) del director iraní Mayid Mayidi. El film se basa en los acontecimientos inmediatamente previos al nacimiento del Profeta Muhammad y su llegada al mundo. Está considerada por el director y sus productores como una la película más importante del cine iraní.
Sin embargo, la polémica ha estallado debido a que el Profeta es representado en la cinta. A pesar de que en ningún momento es mostrado de frente y, por tanto, no se le ve la cara, muchas autoridades en el mundo islámico, concretamente las de Arabia Saudí, han protestado contra la emisión de la película debido al conocido tabú islámico sobre la reproducción de imágenes, particularmente las humanas, y más concretamente la del Profeta Muhammad.
El tabú de la representación visual de la imagen del Muhammad es defendida por muchos musulmanes como una forma de evitar desviarse de la adoración a Dios. Sin embargo, estos mismos reconocen que en el Corán no existe una prohibición expresa sobre este tema. Aún así, para la mayoría de los musulmanes (sunníes principalmente), el aniconismo es una tradición inamovible. No obstante, en Irán la visión que se tiene respecto a este tema es completamente distinta.
Muchos consideran que la prohibición de representar al Profeta no empezó hasta los siglos XVI y XVII. De esta forma, existe una extensa obra de miniaturas, la mayoría de ellas compuestas en el siglo XIII, en las que se ve a Mahoma plenamente representado. Puede que no sea casual que la mayoría de ellas proceden de Irán.

Algunos expertos en cuestiones de identidad en el mundo árabo-islámico, como Pierre y Micheline Centlivers, consideran que el Islam chií resulta mucho más flexible a la hora de representar imágenes del Profeta del Islam. De hecho, estos autores desentrañaron el origen de una imagen del Profeta realizada en Irán, que curiosamente se había basado en fotografías de carácter orientalista sobre un niño que se mostraba en una pose sensual y provocativa, con cierto aire homosexual.





Cabe señalar que desde ciertos puntos de vista de la jurisprudencia chií, como la del ayatollah iraquí al-Sistani, la reproducción de imágenes del Profeta está permitida siempre que se haga con respeto.
Sin embargo, a pesar de que el personaje que representa al Profeta en la película de Mayid Mayidi ni siquiera muestra su cara, el Islam sunní, incluyendo algunas de sus más importantes instituciones como la Universidad de al-Azhar, ha protestado enérgicamente. De esta forma, con este asunto ha salido a relucir una de las grandes diferencias de perspectiva que se dan dentro del Islam. Mientras que los chiíes no escatiman en el uso de imágenes de las principales figuras que forjaron el Islam, como el Imam Ali o sus hijos Hasan y Husayn, cuyas muertes se conmemoran incluso con representaciones teatrales (Ta'ziyeh), o incluso películas y series sobre otros personajes religiosos, la mayoría de las escuelas sunníes rechaza plenamente las representaciones física. Sin embargo, estos últimos sí han sido partidarios de los retratos “escritos” denominados hilya.
Entre las caricaturas de Mahoma de la revista Charlie Hebdo y el aniconismo drástico de algunos musulmanes (particularmente del mundo sunní), parece que se ha encontrado un término medio en el cine iraní. Entre otras cosas, esta era una de las intenciones del director de la película.




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