jueves, 31 de diciembre de 2015

Mujer, musulmana y... deportista


El 2015 ha sido el año del fútbol femenino. Así lo afirma la FIFA (Fédération Internationale de Football Association) basándose en el gran interés que suscitó su celebración de la Copa Mundial Femenina de Fútbol el pasado verano en Canadá. 
Países de todo el mundo compitieron en este torneo en el que Estados Unidos fue el ganador y en el que también participaron países árabes y musulmanes tales como Egipto, Túnez, Marruecos, Jordania, Líbano, Kuwait, Bahréin, Palestina o Irán.

La FIFA indica que los resultados de este año prometen ser un hito para el fútbol femenino y que “esta disciplina está en pleno apogeo y cada día va estableciendo nuevas cotas”. Sin embargo, en un mundo deportivo en el que el sexo masculino ha destacado por antonomasia, ¿somos capaces de creernos a pies juntillas las halagüeñas perspectivas que nos señala la FIFA? ¿Las mujeres podrían empezar a estar valoradas igual que los hombres en el deporte?

No podemos olvidar que en muchos de los países participantes, el deporte femenino aún es un tema tabú y si tenemos en cuenta a algunos estados musulmanes, lamentablemente los porcentajes aumentan. Por ello, se hace necesario realizar un repaso por el deporte femenino en países musulmanes, y destacar algunos de los logros realizados por sus mujeres con el fin de analizar lo conseguido hasta ahora y el camino que todavía queda por recorrer:

Hassiba Boulmerka (Argelia)

La atleta argelina, especialista en carreras de media distancia, fue campeona olímpica de 1500 metros en los Juegos de Barcelona 1992. En 1995 también fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Boulmerka es la segunda atleta musulmana en conseguir una medalla de oro después de la marroquí Nawal El Moutawakel en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. La deportista tuvo que trasladarse a Francia tras las amenazas recibidas por grupos islamistas radicales por competir en pantalón corto y sin hiyab. En la actualidad, se dedica a la promoción del deporte entre las mujeres de su país como forma de combatir el machismo. 




Sadaf Rahimi (Afganistán)

Esta boxeadora  estuvo a punto de competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 pero finalmente no pudo acudir por motivos de seguridad. A día de hoy sigue entrenándose en el antiguo estadio Ghazni de Kabul, en cuya arena los talibanes asesinaban a mujeres, y sueña con participar en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.



Wodjan Ali Seraj Abdulrahim Sharhkhani y Sarah Attar (Arabia Saudí)

Estas dos mujeres sauditas participaron en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 debido a la presión que recibió el país para que incluyeran a mujeres en sus equipos. Mientras que Wodjan Sharhkhani compitió en la categoría de +78 kg de judo, Sarah Attar lo hizo en los 800 metros femeninos de atletismo. Arabia Saudí puso como condiciones para su participación que ambas deportistas se vistieran de manera adecuada, fueran en todo momento acompañadas por un guardia de seguridad y que no se mezclaran con hombres.



A pesar de la actual situación del deporte femenino en los países musulmanes, cabe destacar también que han surgido algunas iniciativas que pretenden fomentar el derecho de estas mujeres a practicarlo como el proyecto de “Tánger Gool”, documental sobre un equipo de fútbol femenino marroquí, o la exposición de fotografía  “Hey’Ya: Mujeres árabes en el deporte” cuyo tema central gira en torno al deporte femenino tal y como indica su título.


 

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